Cuando Juan Pérez se enteró de que su principal competidor en el porno francés, el otro cabrón activo, el otro cabrón de polla grande de X, Tao Reva, se había follado a la cámara, hizo todo un sketch al respecto: quiero follármelo, quiero follármelo, QUIERO follármelo.... Tanto que acabamos pidiéndoselo a Tao... que accedió para nuestra gran sorpresa, pero... con la condición de que también se follara a Juan, a lo que por supuesto Juan se negó en redondo. A esto le siguieron unos meses de negociaciones que no llegaron a nada. Follar con Juan Pérez estaba descartado, y menos delante de una cámara... Finalmente, la solución llegó de la mano de Jonathan Ramírez, el pequeño cocinero surfista de Les Sables d'Olonne, novio de Juan, que tenía MUCHAS, MUCHAS ganas de ver esto, de ver esta escena, y no sólo en vídeo, sino en la vida real. A potencia de intriga, Jonathan consiguió finalmente que Tao y Juan pasaran unos días de vacaciones juntos en su casa de Les Sables d'Olonne, para conocerse un poco mejor... Por supuesto, en cuanto nos informaron, llegamos a toda velocidad, y justo a tiempo para hacer cambiar de opinión a Juan. Fue finalmente en París, en casa de Juan, donde los dos machotes se follaron a fondo y se espermaron delante de mi cámara... y delante de Jonathan.

Tao Reva, el bastardo activo, finalmente ha accedido a sacrificar su culo... ¡Si! Es aquí, ahora mismo, delante de ti, que va a ser follado por primera vez, espermado, relleno de jugo... Lo peor es que Adrien Solen realmente se comporta como un bastardo. Lo que demuestra que siempre hay alguien peor que tú. Uno esperaría un poco de dulzura de un follador primerizo, pero no, al contrario, es como si el tipo estuviera vengando a las víctimas del Bourrin Brésilien. Recuerda al pobre Batiste Rivas en French Spermoboys 4... Al pobre Tao le cuesta un poco ponerse a tono, Adrien tiene una máquina monstruosa... "Erm..." dice Tao, un poco asustado por las dimensiones, "¿de verdad tengo que chupar esto?". No es realmente el estilo de Tao, chupar... Un cuarto de hora más tarde, ado como una , el macho brasileño, con el agujero abierto chorreando semen, ya ni siquiera protesta. Una escena apocalíptica.